ROSARIO VOCACIONAL
MISTERIOS GOZOSOS. (Lunes y sábados)
1. La encarnación del Hijo de Dios: Pidamos a la Virgen que los
jóvenes estén abiertos a la llamada de Dios y dispuestos a decirle Sí, como
Ella.
2. La visitación de María a su prima Isabel: Oremos para que las
personas consagradas sean signos de Jesucristo y Evangelio vivo en el servicio
y amor al prójimo.
3. El nacimiento de Jesús en Belén: Oremos para que Jesús siga
naciendo hoy en el corazón de los fieles, por la palabra y el testimonio de los
sacerdotes y Religiosas.
4. La presentación del Niño Jesús en el templo: Pidamos para que los
padres acojan como un regalo de Dios, la posible vocación consagrada de sus
hijos e hijas.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo: Oremos a Dios, por
intercesión de la Virgen, para que los jóvenes sean fieles a su vocación y se
formen bien en los seminarios y congregaciones.
MISTERIOS LUMINOSOS. (Jueves)
1. El bautismo de Jesús en el Jordán: Oremos para que todos los
cristianos vivamos la vocación a la santidad, como fruto de nuestro bautismo.
2. Las bodas de Caná: Pidamos a María para que los esposos vivan
fielmente su vocación matrimonial y hagan de su hogar una Iglesia doméstica.
3. La predicación de Jesús y la llamada a la conversión: Oremos para
que no falten en la Iglesia sacerdotes, que prediquen el Evangelio y
administren el Sacramento del perdón.
4. La transfiguración del Señor: Pidamos por la vida contemplativa, y
para que todos los cristianos descubramos en la oración la belleza del
seguimiento de Jesús.
5. La institución de la Eucaristía en la última cena: Oremos por la
santidad de los sacerdotes, para que imiten en su vida lo que realizan en la
Eucaristía.
MISTERIOS DOLOROSOS. (Martes
y viernes)
1. La oración de Jesús en el huerto: Pidamos para que busquemos
siempre en nuestras vidas la voluntad de Dios con generosidad y fortaleza.
2. La flagelación del Señor: Pidamos por las personas consagradas que
sufren persecución, por ser fieles testigos de Jesús en la palabra y en las
obras.
3. La coronación de espinas: Oremos para que descubramos el rostro
doliente de Cristo en los pobres y necesitados, y haya jóvenes que consagren la
vida a su servicio.
4. Jesús con la cruz a cuestas: Pidamos para que los jóvenes de hoy
escuchen la llamada de Jesús a tomar la cruz de cada día y seguirle.
5. La muerte de Cristo en la cruz: Oremos para que Dios conceda una
buena ancianidad y una santa muerte, a cuantos han entregado su vida al
servicio del Evangelio.
MISTERIOS GLORIOSOS. (Miércoles y Domingos)
1. La Resurrección de Jesucristo: Pidamos a la Virgen que los
sacerdotes y las personas consagradas, con su alegría y esperanza den
testimonio de Cristo resucitado.
2. La Ascensión del Señor al cielo: Oremos para que los jóvenes de hoy
busquen el sentido de la vida y la verdadera felicidad, que es Dios revelado en
Jesucristo.
3. La venida del Espíritu Santo: Pidamos a la Virgen que cuide de los y
las jóvenes que se preparan en las casas de formación para ser Apóstoles de su Hijo, y reciban con
abundancia los dones del Espíritu Santo.
4. La Asunción de María en cuerpo
y alma a los cielos: Roguemos a María que los sacerdotes y las personas
consagradas, vivan con fidelidad y gozo la castidad consagrada..
5. La coronación de María como
Reina de todo lo creado: Pidamos a María para que todos los cristianos, laicos,
sacerdotes y vida consagrada, colaboremos en la construcción del Reino de Dios,
cada cual según nuestra vocación.
ORACIÓN A LA VIRGEN POR LAS
VOCACIONES
"María, humilde sierva del
Altísimo,
el Hijo que engendraste te ha hecho sierva de la humanidad.
Tu vida ha sido un servicio humilde y generoso:
has sido sierva de la Palabra cuando el Ángel
te anunció el proyecto divino de la salvación.
Has sido sierva del Hijo, dándolo la vida
y permaneciendo abierta al misterio.
Has sido sierva de la Redención,
permaneciendo valientemente al pie de la Cruz,
junto al Siervo y Cordero sufriente,
que se inmolaba por nuestro amor.
Has sido sierva de la Iglesia, el día de Pentecostés
y con tu intercesión continúas generándola en cada creyente,
también en estos tiempos nuestros, difíciles y atormentados.
A Ti, joven hija de Israel,
que has conocido la turbación del corazón joven
ante la propuesta del Eterno,
dirijan su mirada con confianza los jóvenes del tercer milenio.
Hazlos capaces de aceptar la invitación de tu Hijo
a hacer de la vida un don total para la gloria de Dios.
Hazles comprender que servir a Dios satisface el corazón,
a hacer que sólo en el servicio de Dios y de su Reino
nos realizamos según el Divino proyecto
Y la vida llega a ser himno de gloria a la Santísima Trinidad.
Amén".
el Hijo que engendraste te ha hecho sierva de la humanidad.
Tu vida ha sido un servicio humilde y generoso:
has sido sierva de la Palabra cuando el Ángel
te anunció el proyecto divino de la salvación.
Has sido sierva del Hijo, dándolo la vida
y permaneciendo abierta al misterio.
Has sido sierva de la Redención,
permaneciendo valientemente al pie de la Cruz,
junto al Siervo y Cordero sufriente,
que se inmolaba por nuestro amor.
Has sido sierva de la Iglesia, el día de Pentecostés
y con tu intercesión continúas generándola en cada creyente,
también en estos tiempos nuestros, difíciles y atormentados.
A Ti, joven hija de Israel,
que has conocido la turbación del corazón joven
ante la propuesta del Eterno,
dirijan su mirada con confianza los jóvenes del tercer milenio.
Hazlos capaces de aceptar la invitación de tu Hijo
a hacer de la vida un don total para la gloria de Dios.
Hazles comprender que servir a Dios satisface el corazón,
a hacer que sólo en el servicio de Dios y de su Reino
nos realizamos según el Divino proyecto
Y la vida llega a ser himno de gloria a la Santísima Trinidad.
Amén".
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